sábado, 29 de agosto de 2015

El primer amor... ¿Realmente se olvida?



Resulta común escuchar entre la gente que cuando jóvenes tuvieron un primer amor, alguien que "les enseñó a amar", por quien sintieron por primera vez eso que llaman amor. Describir el amor sería alterar su esencia, ya que por ser un sentimiento, cada persona lo experimentará de acuerdo con sus creencias acerca del mismo y otros simplemente lo van a sentir sin llegar a identificar por qué o cómo es que se siente así. En este sentido, es posible que existan características similares entre la mayoría de las personas sobre cómo fue el primer amor y sin duda, algunos dirán que pudieron olvidarlo, otros lo recuerdan como si hubiera sido ayer y hay quienes incluso expresan no haber conocido aún el amor.

Hay muchas formas de ver expresado el amor, no sólo cuando tenemos pareja, sino también el amor hacia padres, abuelos, hermanos, tíos y otros familiares, así como podemos amar lo que hacemos y también existen los filántropos, quienes aman a la humanidad y todo lo que a ella respecta, siendo personas sumamente altruistas y consideradas con el otro, empáticos y desinteresados al momento de brindar apoyo y ayuda siendo placentero para ellos. Ya con esto es evidente que amar podría ir más allá de lo que creemos acerca del amor, que no importa si aprendimos a ver el amor como atadura, es posible transformarlo y comenzar a amar mejor, porque aunque describirlo es subjetivo, el amor no supone en sí ser un sentimiento displacentero. Universalmente, el amor indica unión, afecto y entrega hacia algo o alguien.

¿Cómo hablar del primer amor sin haberlo conocido? Sería una tarea bastante complicada, y hay quienes tratan de rememorar si en verdad existió, si realmente lo conocieron, mientras otros se preguntan si algún día van a olvidarlo. El olvido en sí no es olvido, simplemente no nos detenemos a recordar y hay muchísima información almacenada en nuestra mente a la que no accedemos de manera consciente, a menos que intentemos enfocar y traer el recuerdo, siendo nuestra no muy exacta memoria la encargada de indicarnos si algo fue así. Sin embargo, el sesgo de memoria es inevitable y la mayoría de las veces alteramos los recuerdos, haciendo una sobrevaloración de los mismos u omitiendo muchos detalles, y está bien, olvidaremos palabras y algunos rostros, pero pocas o ninguna vez olvidaremos cómo nos sentimos con alguien.

La memoria emocional se activa ante cualquier estímulo que podamos asociar con esa experiencia pasada, estas experiencias tienen la característica de haber sido muy intensas y vívidas, por lo que el recuerdo podría ser tal como encontrarse nuevamente en la misma situación. Será entonces la memoria emocional quien despierte los recuerdos acerca del primer amor, aunque no sea cada día a su lado, serán los momentos más significativos: esas tonterías que hicieron juntos, los riesgos que decidieron tomar "por amor", los besos, las caricias y hasta hacer el amor, sensaciones que fueron únicas e incomparables por más que hayas encontrado una nueva pareja y consideras que es "mejor" que esa persona, recuerda que en tu tiempo presente puede ser mejor, pero en el pasado el "mejor" era tu primer amor.

En muchas ocasiones, el primer amor no siempre fue cálido, bueno, afectuoso y feliz, por el contrario, fue dominante, castrante, invasivo y maltratador, mantiéndote atado, sin voz para expresarte y atrapado en un círculo de dependencia que no sabías abandonar. El primer amor pudo ser tormentoso en todo el sentido de la palabra, pero es el mejor referente que tienes para reestructurar lo que entiendes por amor y cómo relacionarte nuevamente aunque esté latente el miedo a sufrir. Amar a alguien sin miedo a perderlo (debido a esa falsa ilusión de que lo "tenemos") podría conllevar a tener conductas que no te inviten a esforzarte por estar a su lado, a creer que como sabe que le amas y te ama, va a permanecer pase lo que pase; es muy probable que ese miedo a perder al ser amado sea lo que nos impulse a hacer lo que esté a nuestro alcance para que no suceda; somos el anfitrión de nuestra pareja, le damos y mostramos quién somos realmente con la intención de que se sienta cómoda y no se vaya de nuestro lado.

De cierto modo existe un apego hacia la pareja, este apego ha de ser un apego sano, seguro y libre de sufrimiento, que sientas miedo a perderlo no siempre significa que vayas a actuar de forma desesperada y sumisa, complaciéndole en todo sólo para que no se aleje. No. Se trata de internalizar una realidad: la relación no es eterna (nada lo es) y desconocemos el tiempo que estaremos a su lado, es decir que es posible que "lo perdamos", pero nos vamos a encargar de disminuir la probabilidad de ocurrencia. Lo amaremos bien, para que se sienta bien y no decida irse. ¿El amor todo lo puede? Eso creen muchos, en mi opinión hace falta algo más que amor, quien por sí solo es un sentimiento y que si no va acompañado de acciones coherentes con lo que se dice, no importa cuánto amor digas sentir, si el otro no lo percibe, es como si no existiera.

¿Crees entonces que realmente olvidamos el primer amor? Si no lo recuerdas, tal vez no lo has conocido o quizá esa o esas relaciones que has tenido no fueron lo suficientemente intensas y por lo tanto, no tan significativas para ti. Algunos aún se encuentran junto a su primer amor, otros decidieron seguir sin él y están felices con alguien más, ¿Pero dejaron de recordar lo que vivieron? no te asustes, no significa que no superaste a tu ex, recordar sin dolor ya es haberlo dejado ir, no olvidarlo es valorar su existencia, porque aunque no estén juntos, fue el ensayo y el error que te permitió ser mejor. Nunca es tarde para conocer el amor, nos enamoramos miles de veces, podemos amar más de una vez y mejor cada nueva relación, porque estamos en constante aprendizaje sobre relacionarnos con los otros, y mientras algunos repiten patrones porque algo deben resolver, otros sanan las heridas, viven el amor y recuerdan sin dolor.

3 comentarios: