domingo, 13 de septiembre de 2015

"Haters gonna hate"




El título de esta entrada es muy conocido en las redes, de hecho, muchos la utilizan para referirse a quien muestra una actitud de desagrado y antipatía ante algo o alguien, porque quienes "odian" siempre lo harán. En términos de intensidad, el odio es el otro extremo del amor, se siembra, se cultiva y da frutos terribles; hay quienes tienen un gran campo donde está sembrado su odio por gustos, aficiones, personas, momentos, recuerdos, etc, Son personas que paradójicamente son felices odiando, dándole un toque patológico a su propio ser. Por supuesto, va más allá de manifestar que algo "no les gusta", hay conductas destinadas a destruir aquello que no toleran, son personas destructivas y también, en muchos casos, autodestructivas. Si odias lo que está fuera de ti, es probable que odies lo que está dentro de ti,

Las causas por las que alguien no está de acuerdo con lo que otro piensa o le gusta, no tienen discusión. Es normal que no nos atraiga aquello que a otro sí y podamos seguir viviendo con eso, ahora, el verdadero conflicto se halla en permanecer detestando y rechazando lo que sucede ante nuestros ojos y que lamentablemente, ha llegado a ser "aceptado" socialmente, al menos dentro de grupos con características similares. Entre jóvenes es bastante común, sobre todo en adolescentes, donde debido a los cambios biológicos, psicológicos y sociales están en esa búsqueda de quiénes son y hacia dónde van. Aun así, este comportamiento también es visible en adultos, donde algunos mencionan que lo hacen "por diversión" y no porque odien realmente, ¿a dónde los llevará esto?

Pareciera un claro indicador de inmadurez emocional cuando nos empecinamos en dañar al otro "por diversión", porque un grupo de personas similares a mí también aceptan y fomentan este comportamiento, porque ser buena persona "es de pendejos" o se ve ridículo ser tolerante, amable y educado. Entonces, es posible notar que hay una gran distorsión acerca de estos términos a nivel social, o muchos trabajan en distorsionarlo. En lugar de aceptar que hay diversidad, lo ataco, lo critico destructivamente y lo rechazo a un nivel como si tolerarlo me quitara vitalidad.

Este tipo de comportamiento suele observarse también en casos de bullying o cyberbullying, y quienes lo hacen, en efecto no parecen identificar un sentimiento de odio hacia esa persona, pero de todos modos se burlan de ella, le hacen daño y destruyen su autoestima. Desconozco el momento en que esta conducta comenzó a ser "admitida" entre ciertos grupos de personas, aunque es posible que se deba al corte colectivo que tiene y a la falsa creencia "si él lo hace, ¿por qué yo no?", sumado a una carencia de empatía, porque "no lo conozco, no me importa cómo se sienta", y realmente no sé qué es peor, si ser el bullie, o ser quien apoye la moción.

Es importante comprender que desde lo psicológico, nada sucede "porque sí", ninguna conducta está precedida de la nada, hay un motivo. El motivo puede variar, y en ocasiones tacharemos de "absurdos" algunos motivos ajenos, pero cada quien con el suyo ¿no?, y aquí el punto es enfatizar que no importa si piensas diferente, si no te gusta lo que a mí, si no me toleras o no soportas mi personalidad, se trata de que marques distancia y no te llenes de odio porque no soy como quieres que sea. La violencia existe en todos los niveles y está fomentada por el odio, no hay conducta violenta que no tenga al odio como motor, entonces, mientras más te enfoques en odiar, ese sentimiento va a crecer sólo y únicamente en ti y dependiendo de cómo sea tu personalidad, podrías llegar a ser un violento más, sin que haga falta golpear o matar a otro para serlo, basta con insultar e intentar hacerle la vida imposible a otro, ¿estás seguro que lo haces por diversión? 

Por otro lado y muy importante acotar:

¿Qué hacer cuando eres la víctima?

  • Intenta no reforzar la conducta del otro. Cuando respondes al ataque, estás actuando como lo espera tu agresor, recuerda que buscar molestar y afectarte, si le das la atención que busca, su conducta se mantendrá y reaparecerá. 
  • Identifica qué tiene que ver contigo y que no. El hater atacará aspectos de tu personalidad intentando herirte y afectar tu autoestima, si reconoces algo de lo que dice en ti, reflexiona y busca una forma de mejorarlo. Si lo que dice no tiene que ver contigo, es probable que esté hablando de sí mismo. No te enganches, no es necesario.
  • Busca ayuda si lo crees necesario. Hay quienes se muestran muy afectados cuando son atacados por otro, en este sentido, lo mejor es buscar ayuda profesional en casos severos y si fue algo de momento, te vendría bien alejarte y conversar al respecto con un buen amigo, así liberas la tensión y emociones negativas que te produjo el conflicto.
  • Trata de no convertirte en agresor. Quien ha sido víctima de ataques durante un tiempo prolongado, podría tener la oportunidad de convertirse en un atacante bajo la falsa ilusión de control y dominancia, interpretándose como fuerte ante el otro (esto es lo que cree el provocador). Si ya conoces lo que es ser víctima de ellos, atacar a otros no va a borrar lo que te sucedió.
Te preguntarás si hay una cura contra el odio... los más humanistas dirán que es el amor, yo pienso que la cura es tomar consciencia de que hay un sentimiento que te hace más daño a ti del que quieres causar. No te tiene que caer bien quien ya te cae mal, si algo malo te hizo y por eso lo odias, perdónalo, déjalo ir, suelta eso que nada más vives y sientes tú, eso no lo hará volver a ti, no significa que serán ahora mejores amigos, sólo dejaste a un lado un sentimiento que te estaba destruyendo. Quienes sigan creyendo que "no odian" a otros sino que los atacan "por diversión", probablemente comprendan su propio comportamiento cuando no sean el victimario sino la víctima, y justo allí podrían reflexionar o simplemente "no tomarse en serio" el ataque y seguir siendo un hater más.

Para el hater de oficio:

Tú que todo lo cuestionas y criticas, a ti que nada te agrada o te parece estúpido o fuera de lugar, hazlo contigo primero: cuestiónate, sé autocrítico y revisa qué no te gusta o te parece ridículo de ti antes de intentar verlo en otros, deja que el otro sea como le gusta ser, haz que ya no te afecte lo que el otro eligió. No es tuyo, no es tu problema, no tiene que ser un motivo para atacarlo; respeta tanto como te agrada ser respetado, mírate, observa lo que dices y haces, ocúpate de ti, conócete y verás que ya no habrá tiempo para odiar. Recuerda: mientras no hagas daño, puedes ser quien quieras ser.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario