viernes, 20 de febrero de 2015

El amor incoherente





Después de una larga pausa, con la musa distraída, se me ha ocurrido plantear este tema y desarrollarlo en la medida de mis conocimientos, mi experiencia y observación de casos. Decidí empezar así:

Un día te quiere, al otro día ni siquiera te ve. El sexo es bueno, no hay quejas pero tampoco emoción. De repente dice "ya sabes que te quiero ¿Para qué te lo voy a decir a cada rato?" y allí empieza el dilema, ¿Para qué? justo allí, buscando la utilidad de comunicar un sentimiento, cuando ya se ha dado por sentado. Me he preguntado si el amor a cuenta gotas realmente es amor, y al mismo tiempo respondo "no, no se parece en nada a ese sentimiento tan bonito. Te amo o no te amo". Justamente aquí es donde empieza a ponerse en tela de juicio la propia valía, lo que se cree "merecer" y sobre todo, lo que se está dispuesto a arriesgar y a proporcionar sólo para alcanzar la tan aclamada felicidad en pareja.

El amor incoherente es básicamente no llevar las acciones a la par con lo que se profesa, es dar por hecho que hay amor pero no demostrarlo o hacerlo en una frecuencia casi inexistente, que no tiene pies, pero cree poder andar, que no tiene cabeza y muchas veces, tampoco corazón. La constante búsqueda de certeza, de convencerse de que sí hay afecto, que sí hay esperanza y que se pueden hacer miles de actividades para avivar la relación pero en realidad hay poca coherencia en ello. El cariño, el afecto, el amor, se nota. Y se nota porque tenemos una concepción del mismo, ahí toca revisar cuál es ese concepto alrededor de esa palabra, ¿Dónde lo vi? ¿Dónde lo aprendí? Para autores como Erich Fromm, el amor es actividad, movimiento, no es pasivo y se manifiesta en el "dar", además de esto, existen ciertos elementos básicos, comunes a todas las formas del amor: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento.

Creemos en el amor de alguien en la medida que lo manifiesta, siguiendo a Fromm, el amor se puede observar en el nivel de cuidado (como el de una madre por su hijo) responsabilidad (estar dispuesto a asumir) respeto (ver al otro tal cual es) y conocimiento, que implica sin duda estar conscientes de quien está a nuestro lado y cómo se comporta, allí nacerá ese respeto hacia el otro, nuestras ganas de cuidarlo y responsabilizarnos por el mismo. De este modo se fecunda el verdadero compromiso que es indispensable cuando amamos a alguien. 

A las primeras personas que amamos, sin duda, son nuestros parientes. No importa si no fuiste criado por tu madre y padre biológicos, la o las personas que se hicieron cargo de ti te mostraron una o varias formas de expresar emociones, de demostrar o negar el afecto, de dar y de quitar. Patrón que nos define en cierta medida, que lo reproducimos aún sin darnos por enterados. Allí el origen de lo que ahora somos, al menos lo que no conocíamos del todo, porque estar en constante cambio nos permite decir "no quiero ser..." y trabajar en lo que nos hará sentir a gusto y actuar sin dañar a otros.

La compatibilidad en pareja es un punto de enlace que difícilmente se rompe, a menos que exista una razón de peso y sin duda, un amor incoherente es suficiente. Para crear un vínculo sano con alguien, es necesario estar dispuestos a dar, es un constante causa-efecto que irá reforzando o no esa relación. El amor con condiciones te permite amar mejor, ¿Cuáles condiciones? aquellas que no afecten al otro y lo anulen y que puedan disminuir los futuros malos entendidos entre ambos, de esta forma, la relación será más realista y menos cuento de hadas. Se experimentará sin miedo y sin negar la incertidumbre. Se es y se está. Como bien dijo Fromm: "la paradoja del amor es ser uno mismo, sin dejar de ser dos.

Identificar un amor incoherente le pone fin a la relación, sin embargo, en la mayoría de los casos, el hábito de estar con esa persona ya es tal que se termina aceptando a regañadientes esa actitud de dejadez, abandono y poco afecto que no hace más que destruir la autoestima y dar paso a síntomas más graves. Si bien es todo un proceso dejar ir, esa es la decisión más sabia en estos casos.

Entrenando nuestra capacidad de observación, tomando en cuenta detalles, colocar en una balanza lo bueno y lo malo, comprender que si bien cualquier humano podría hallarse en una situación emocional complicada, la empatía y el comparar con la realidad lo que se ve, dará una muestra más certera que sólo quedarse en suposiciones, en dudas y preguntas sin respuesta. Si comprendes cómo es el amor que moviliza, que llena y da libertad ya no habrá forma de repetir una relación marcada por la ambivalencia, la incongruencia y el sufrimiento.