miércoles, 11 de diciembre de 2013

Cuando alguien se va




Nadie nos dice cómo debemos reaccionar cuando sepamos que alguien especial (o no tan especial) se va de nuestro lado, de ciudad o de este mundo. Los profesionales de la salud mental hacemos recomendaciones para tratar de guiar a otros a sobrellevar pérdidas, aún así, ninguno hemos acertado con la "fórmula perfecta" y esto es, por supuesto, porque no hay una forma específica de decirle a otro cómo vivir, cuando es obvio que cada quien vive de acuerdo con su propia experiencia.

Conocemos "el duelo" como aquél proceso posterior a una pérdida (aunque hay duelos que se viven antes de lo inminente) que quisiéramos evitar a toda costa, porque culturalmente, comprendemos que es un sentimiento desagradable, es sentirse triste, agotado, sin esperanzas... y ¿Quién quiere sentirse de esta manera? hasta ese punto es más que comprensible. Ahora bien, es de conocimiento público que "nada es eterno" (ni siquiera el amor a Dios) pero existen personas que confunden esta realidad y están convencidas totalmente de que esa persona que tanto aprecian, no se irá. A ellos me gustaría decirles que no debe haber peor castigo que ser "eterno" o "inmortal" porque la vida es vida por las alegrías y también por el sufrimiento que experimentamos ante cualquier pérdida. Anormal sería no tener capacidad de sentir. 

La muerte ha sido comprendida como algo realmente malo, como un fracaso, es el enemigo con el que convivimos a diario, no importa si estamos enfermos o no. Entre otras cosas, es un término tabú para algunos, nadie quiere hablar de la muerte, porque el temor se apodera del momento, otros dicen que la atraes si hablas de ella, y yo creo que en ocasiones, es adecuado tener una concepción clara de lo que significa para nosotros la muerte, porque a absolutamente todos nos llegará. Claro está, sin ánimos de fomentar la desesperanza. La vida y la muerte están íntimamente unidas desde el día en que respiramos por primera vez, nos guste o no, perderemos a alguien y otros nos perderán a nosotros.

Cuando alguien se va, lo extrañamos incluso más que cuando estaba allí para nosotros, y acá a muchos se les vendrá a la mente que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" y en mi opinión, es real y absurdo a la vez. Real porque cualquiera de nosotros ha vivido una pérdida: la ruptura amorosa, la muerte de un familiar o amigo, perder un empleo, irse del país natal... entre otras, y absurdo porque es seguro que nada es seguro, lo único que nos pertenece es lo que pensamos y sentimos. La gente que ha decidido estar a nuestro lado, ni en vida y mucho menos en muerte, será nuestra.

Aprender ese principio fue algo que me tambaleó un poco, en algún momento fui una persona que creía que otro le podía pertenecer a alguien, pero a medida que fui viviendo pérdidas y sufriendo por ellas hasta la idea de querer regresar el tiempo y hacerlo mejor, comprendí lo irracional que a veces llegamos a ser cuando nos dejamos arrastrar por la pasión. Es inevitable en cierto modo, pero no imposible de enfrentarnos con ello y decir "ya, es hora de dejarlo ir"

Socialmente, suele observarse a quienes muy irresponsablemente le piden a quien sufre la pérdida que "deje de llorar" o que "deje de sentirse triste", suprimiendo un sentimiento que es naturalmente auténtico y sobre todo, aceptable. Adecuado es pedirle a alguien que no ría o se regocije por la muerte de otro y mucho menos, que haga chistes de ello. Esto es hasta tonto, no todos son tan empáticos, muchos responden de manera egoísta ante el dolor ajeno. El mundo ideal versus el mundo real.

Aceptar que alguien decidió irse es la vía menos dolorosa de la pérdida, pero no todos la viven igual, hay quienes se quedan anclados en la negación y en la tristeza o la rabia que esto les produce. Existen personas que hasta el último día de sus vidas, lloran por el tiempo perdido o por aquella persona que prefirió tomar un camino distinto. Por otro lado, hay quienes en su filosofía de vida, creen en el principio del desapego y comprenden que aferrarse a lo que no nos pertenece, sólo va a prolongar el sufrimiento.

Cada proceso de duelo es diferente, tenemos derecho a recordar cuando alguien se va, a hablar de esa pérdida u otro tipo de pérdida, a llorar y sobre todo, tenemos derecho a seguir adelante. No importa cuán difícil lo veas, seguir viviendo hasta que nos toque irnos, es el camino más bonito que se puede escoger. Resulta paradójico como muchos son infelices en vida, y eso para mí, es como estar muerto. 


Aprovecha lo que está a tu alcance, conócete a ti mismo, ríe y llora todo lo que quieras, ama y odia sin que esto te arranque toda tu energía; extraña a esa persona que se fue sin apegarte a ello, diferencia lo real de lo ideal, y más que nada: quiérete, respétate, valórate e inevitablemente, harás eso con los demás.



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sábado, 23 de noviembre de 2013

Sexo: el tabú de siempre



Respecto a este tema, trataré de ser lo más coloquial y explícita respecto a la concepción social acerca del sexo, además será basado en mi experiencia observando ciertas conductas a este nivel. No pretendo cargarlos de teorías sexuales, lo que menos necesita el sexo es ser explicado

Es común observar el tabú entre padres e hijos respecto al tema sexual, no se habla al respecto o si lo hacen, lo mitifican diciendo que el sexo es impuro, que la primera vez debe ser al casarse, que no se puede tener sexo casual, entre otros miles de mitos. Hay quienes conocen la actividad sexual porque un amigo les mostró una película pornográfica o porque su encantador padre lo llevó "a que las putas" (esto último tiene repercusión en cuanto a la percepción social, en este caso, del hombre hacia la mujer) y lo ideal es que alguno de los padres se tome la tarea de mostrarle a su hijo lo bueno y lo malo del sexo.

En este sentido, se ha reforzado negativamente el concepto social acerca del sexo y por eso, en nuestra sociedad sigue siendo difícil mencionar públicamente contenido relacionado con el mismo porque aparecen etiquetas al respecto. En este punto, comprendo y apoyo el seguimiento de un código moral, pero ¿Hasta dónde somos morales? Existen quienes son excesivamente arraigados a su sistema normativo, convirtiéndose en señaladores de primera categoría y hay quienes van desnudos por las redes ofreciendo placer a quien lo desee. Los extremos sólo pueden conducirnos a experimentar lo que pronto será un problema que no sabremos abordar.

Hay conductas sexuales desenfrenadas, llenas de muchos orgasmos y placer con uno, dos, tres... y el hombre que más parejas tenga, más "macho" es, y la mujer que se atreva a contar cuántos lleva, será la más "puta" y acá es donde suelo preguntar ¿Por qué tanto empeño por la igualdad de género si siguen existiendo paradigmas irracionales como este? Un adulto tiene la capacidad de saber escoger (así escoja mal) con quien desea estar y bajo qué condiciones quiere hacerlo. Entre dos seres pensantes es ilógico que exista la sensación de "haber sido usado como juguete" cuando algo tan instintivo como el sexo existe para darnos placer y darle placer a quien decidamos.

Quizá me llamarán insensible porque no he dicho nada de las emociones, pero no hay nada más subjetivo que eso. El "buena cama" para uno es el "mala cama" para otro, porque también por nuestra capacidad de sentir nos permitimos juzgar el desempeño sexual de alguien, ¿Quién no habrá hecho esto? es seguro que hasta el más amoral ha reflexionado al respecto. Hay personas que experimentan tristeza durante el sexo, ira, rabia o un nivel de éxtasis que no logran controlar, es infinitamente variable, no somos los mismos, va a depender de la persona con la que se esté: si la amamos, la queremos, la apreciamos, la estimamos y así va. Aún así, un gran porcentaje de mujeres han fingido orgasmos y lamento mucho que hayan hombres que no sepan cuando esto sucede.

De igual manera, existen chicos que aunque no pueden fingir una eyaculación, de seguro pueden retardarla y hacer como si nada hubiera pasado. Un golpe a la autoestima femenina ¿No es así? si el hombre no alcanza el orgasmo, significa que no se sintió complacido. Si la mujer no gritó como si la estuviesen matando, no se sintió complacida. Considero que es más fácil preguntar qué estuvo mal y cómo solventarlo que vestirse y no dirigirse la palabra. El mejor sexo es el que hablas con tu pareja

Por otro lado, el sexo casual es más común de lo que parece y situaciones como la descrita anteriormente continúan repitiéndose. Mujeres que fingen sentirse complacidas para que el hombre no las deje, mujeres que nunca han experimentado un orgasmo y se consideran frígidas, así como también, mujeres que siguen mintiendo sobre su "virginidad" (no hay término más cargado de irracionalidad que este) y a ellas les digo: los santos no están entre los mortales. Hombres que están con una mujer y la amante "porque pueden" y creen que esto les hará crecer el pene: no. Hombres que se jactan de haberse acostado con todas las mujeres de su ciudad, estado o el país completo: chicos, la cantidad no siempre va a la par con la calidad.

Existen muchos casos donde el sexo es más problema que solución, muchos mitos y falsas creencias infundadas por los primeros significantes (los padres) y aquí me gustaría utilizar la lógica: ¿Es que ellos no tuvieron sexo para que la mujer se embarazara? y muchos adolescentes creen que son el producto de la impureza, cuando realmente fue el producto de una decisión de sus padres, así no hubieran planificado un hijo. Decidieron acostarse, decidieron hacerlo sin protección y decidieron que la eyaculación debía producirse dentro de la vagina.

He considerado que el sexo debe ser concebido como lo que es: la experiencia más íntima, placentera, divertida y necesaria para la vida, con toda la carga biológica, psicológica y social del individuo que lo vivencia. Por supuesto, sin tabú, son tus decisiones. Si desnudamos esa palabra la vamos a aceptar tal como es: con sus pro y sus contra. La contra mas dañina, por supuesto, lo son las enfermedades de transmisión sexual y hasta allí, apoyo la reserva de muchos. 

El estigma que envuelve al sexo seguirá transmitiéndose de generación en generación, por eso muchos escogen leer, informarse, comprender y evitar prejuicios que sólo dañan. Para finalizar el post, me gustaría enfatizar lo siguiente:

No es puta por acostarse con muchos, las "chicas malas" cobran por su servicios, para ellas, es un trabajo; no es más hombre por haber estado con tantas, la cantidad es sólo un número; no fuiste usado como juguete, nadie te obligó a estar con esa persona; la virginidad no hace más puro a nadie, ni el sexo antes del matrimonio te mandará directamente al infierno. La lujuria es uno de los pecados más placenteros de cometer y hasta ahora nadie me ha dicho lo contrario.



martes, 12 de noviembre de 2013

Senso ergo sum





"Senso ergo sum" es una frase en latín que leí hace muchísimo tiempo mientras estudiaba filosofía en la universidad. Fue dicha por un filósofo llamado David Hume, haciendo referencia al "siento luego existo" y diferenciándose de la muy conocida "cogito ergo sum" - "pienso luego existo" de René Descartes cuando habló sobre el racionalismo.

Me he identificado con esta frase porque expresa claramente las emociones, los sentimientos. El tener la capacidad de sentir me parece de las experiencias más maravillosas y que como seres humanos, vivimos a diario y bajo cualquier contexto. Hay una polaridad en cuanto a las emociones, existen las positivas y las negativas; desde mi punto de vista, no debemos negarnos a experimentar cada una de ellas, lo importante se encuentra en evitar que la frecuencia de cada emoción se extienda demasiado, ya que fácilmente podría convertirse en patología.

Es relevante comprender que lo que nos mueve son los motivos que tengamos para realizar cualquier acción, ¿Pero de dónde provienen esas ganas de hacer, de actuar? de las emociones. Si no me gusta, no lo hago y si lo hago aunque no me agrade, no será una experiencia satisfactoria; sin embargo, esto último es discutible porque hay quienes se niegan a hacer algo pero una vez lo hacen, descubren que sí les gustaba y que no era lo que creían. Ahora bien, esto depende más del tipo de creencia hacia un evento o acción en particular. Las emociones que nos impulsan a actuar, son mejor experimentadas cuando se trata de estímulos que nos agradan.

La alegría, la tristeza, la irritabilidad, la ira, el éxtasis, el odio, el amor, el miedo... Emociones y sentimientos que se diferencian la una de la otra de acuerdo con el tiempo en que se manifiestan. Toda emoción es un evento fisiológico, el cuerpo reacciona al estímulo: habrá descarga de adrenalina o epinefrina (de esto se encargan las glándulas suprarrenales), sudoración de manos/pies o cualquier otra zona del cuerpo (de esto se encargan las glándulas sudoríparas), en ocasiones, molestias gastrointestinales, ya saben, las "mariposas en el estómago" o bien retortijones o náuseas. Naturalmente, ese es nuestro estado de alerta, es lo que conocemos como ansiedad y que ha sido descrita también como miedo, ya que de esta forma el cuerpo se prepara para la lucha o huida.

Paradójicamente, las emociones tanto positivas como negativas suelen tener la presentación descrita anteriormente, también hay un pequeño grupo en el que se observa enrojecimiento de la piel ante una emoción. Quizá tú experimentes otros síntomas asociados al momento de encontrarte en una situación que desencadene una reacción emocional. ¿Cuáles son esos síntomas? ¿Ya los identificaste? 

Por otro lado, hay teóricos que discuten acerca de las emociones consideradas como primarias. En este sentido, encontramos las principales emociones que desencadenan otros estados emocionales:

Ira: furia, ultraje, resentimiento, cólera, exasperación, indignación, aflicción, acritud, animosidad, fastidio, irritabilidad, hostilidad y tal vez en el extremo, violencia y odio patológicos.

Tristeza: congoja, pesar, melancolía, pesimismo, pena, autocompasión, soledad, abatimiento, desesperación, y en casos patológicos, depresión grave.

Temor: ansiedad, aprensión, nerviosismo, preocupación, consternación, inquietud, cautela, incertidumbre, pavor, miedo, terror; en un nivel patológico, fobia y pánico.

Placer: felicidad, alegría, alivio, contento, dicha, deleite, diversión, orgullo, placer sensual, estremecimiento, embeleso, gratificación, satisfacción, euforia, extravagancia, éxtasis; y en el extremo, manía.

Amor: aceptación, simpatía, confianza, amabilidad, afinidad, devoción, adoración, infatuación, ágape (amor espiritual)

Sorpresa: conmoción, asombro, desconcierto.

Disgusto: desdén, desprecio, menosprecio, aborrecimiento, aversión, repulsión.

Vergüenza: culpabilidad, molestia, disgusto, remordimiento, humillación, arrepentimiento, mortificación y contrición.

Me apoyé en el libro La Inteligencia Emocional de Daniel Goleman para hacer referencia a ese gran grupo de emociones que existen y que alguna vez en la vida hemos experimentado. Hay, incluso, combinaciones de estas emociones que podrían describir otras, por ejemplo, la ira que muchas veces se mezcla con la tristeza y el temor. ¿Cuál es la combinación que has experimentado menos y la que has experimentado más?

Existen quienes mencionan no haber odiado nunca, manifiestan que el odio es más un sentimiento que una emoción. Podría estar de acuerdo con esto, ya que algo que nos disgusta no necesariamente lo odiamos, sólo lo echamos a un lado y lo sacamos de nuestro perímetro de atención. Sin embargo, que alguien "nos caiga mal" porque tenga cualquier cantidad de actitudes o conductas que no son de nuestro agrado, podría derivar en odio si la frecuencia con la que nos expresamos acerca de esa persona, aumenta considerablemente.

En oposición, sucede igual con el amor, que como emoción va a la par con la descripción de placer y que como sentimiento responde a la devoción, aceptación, simpatía, confianza, amabilidad... ¿Qué nos dice que sí es amor? su frecuencia y en qué forma se manifiesta esa frecuencia. Saber que nos agrada algo o alguien es muy fácil para muchos, pero suelen existir algunas interrogantes: "¿Amo lo que hago?" o "¿Lo amo?". En este punto se podría discutir extensamente al respecto debido a la subjetividad que lleva consigo tal emoción/sentimiento.

Cuando hablamos de un estado de ánimo nos referimos a la manifestación de una emoción de una manera más suavizada y más duradera que una emoción, que no llega a ser un sentimiento. Digamos que es el punto medio emocional, por ejemplo: mientras es relativamente raro mantener el calor de la ira durante todo el día, no es tan raro estar de un humor gruñón e irritable en el que se activan fácilmente arranques de ira más cortos. El temperamento va más allá y será nuestro predisponente genético que determinará la prontitud para evocar una emoción o estado de ánimo determinado. En la historia, Hipócrates y Galeno mencionaron cuatro tipo de temperamentos, dadas por los humores del cuerpo: sanguíneo (personas con humor muy variable), colérico (personas con voluntad fuerte e impulsividad), melancólico (personas tristes y soñadoras) y flemático (personas apáticas). 

Al pasar a un extremo en cuanto a emociones, se habla de los trastornos del estado de ánimo, donde encontramos la distimia, la ciclotimia, la bipolaridad, la depresión mayor... que se generan a partir de una frecuencia e intensidad elevada de las emociones antes descritas. Un distímico es alguien que permanece triste la mayor parte del tiempo, es su tono emocional, es extraño encontrarlo contento. En un ciclotímico varía el estado emocional; una semana triste, la otra semana contento, vuelve a entristecerse y así sucesivamente. Denota una inestabilidad en cuanto a su estado de ánimo. La bipolaridad es un trastorno caracterizado por episodios de manía/hipomanía y depresión; la depresión mayor, se trata de un trastorno caracterizado por un nivel de tristeza elevado que interfiere con la calidad de vida del sujeto.

Es probable que muchos al leer los términos, ya se autoproclamen distímicos, ciclotímicos, bipolares o depresivos. En este caso, les sugiero someterse a una evaluación psicológica antes de autodiagnosticarse. Un trastorno no es tan simple como parece, va más allá, afecta todas las áreas de la vida, el control de los impulsos, la percepción que tiene el afectado sobre su mundo y el de otros. Sólo un profesional de la salud mental podría emitir un diagnóstico certero. No es necesario etiquetarse. 

En fin, las emociones son un bálsamo para el alma, así lo veo y experimento a diario. Sentir, moverse, reír, llorar, molestarse... somos seres emocionales. Aunque heredemos el temperamento, tenemos la capacidad de moldear nuestro carácter, podemos percibir, comprender y regular nuestras emociones si nos lo proponemos. Hay que dejarlas llegar tal como hay que dejarlas ir. Así vivo mi vida, sintiendo y luego existiendo.

jueves, 7 de noviembre de 2013

¿Nos deseamos?





El deseo sexual es básicamente un estado que nos moviliza, nos atrae, provoca e impulsa, es aquella ansiedad que desencadena una lluvia de sensaciones en nuestro cuerpo al observar o imaginar lo deseado. También, el deseo sexual puede ser definido como libido, es decir, la energía psíquica de las pulsiones sexuales. Este término acuñado por Sigmund Freud hace referencia a la manifestación de lo sexual en la vida psíquica. Al Eros de Platón, Freud llega a llamar libido a la energía del Eros. Es preciso indicar que desde el punto de vista fisiológico, el deseo es la primera fase de la respuesta sexual (tanto femenina, como masculina), se da antes de la excitación y por supuesto, el orgasmo. 

El tiempo para desear a alguien varía de un individuo a otro, debido a la subjetividad de esta condición. ¿Se han sentido absolutamente atraídos físicamente por alguien sel sexo opuesto (o el mismo sexo)? ya eso es una manifestación del deseo, de una libido elevada que comienza a recorrernos el cuerpo y que algunas personas controlan mejor que otras. En principio el deseo suele aparecer con mucha intensidad y variará de acuerdo con el estado anímico de quien lo experimente. Puede mantenerse a través del tiempo y convertirse en una condición más estable y duradera; sucede esto cuando iniciamos una relación afectiva con alguien y aunque pase el tiempo, seguimos deseando a esa persona (dicen muchos que "como el primer día")

La atracción sexual está compuesta de aspectos cognitivos, afectivos y biológicos. Se ha conocido que las mujeres son más selectivas sexualmente, ¿Ustedes qué creen? Desde el punto de vista social, esto podría ser bastante cierto, porque es común observar eso de "el hombre propone, la mujer dispone". En lo más primitivo se halla la búsqueda de la reproducción de la especie, pero como seres pensantes, emocionales y sociales buscamos más que sólo reproducirnos. Desear a alguien es todo un arte, nos llenamos de pensamientos, de muchísima emoción y en ocasiones, nos dejamos llevar por lo que conocemos como pasión

¿Cuántos no han tenido relaciones sexuales con una persona "sólo por sexo"? o porque el amigo lo sugirió (sí, existen estos casos), o quizá una apuesta. En la mayoría de esos casos hubo al menos un deseo y si no, de seguro fue la peor noche que pasaron en sus vidas. El acto sexual sin deseo no podrá desencadenar las otras fases de la respuesta sexual. En analogía, sería como comer un gran banquete sin tener apetito.

"¿Nos deseamos?" es una pregunta que algunas parejas se hacen cuando ya ha pasado la euforia de los primeros años (a algunos les sucede a los meses) de relación. En ocasiones, la disminución de la libido puede deberse a que la atención de la persona se encuentra enfocada en otros estímulos o agentes estresores que dificultan la aparición de ese impulso, por ejemplo: a problemas cotidianos con la pareja, al desempleo, crisis económica, un duelo, entre otras muchas razones que pudieran interferir en la experimentación del deseo.

En este mismo orden de ideas, las parejas tratan de evadir el tema, llevan a cabo otras actividades y dejan a un lado el sexo "porque eso no es tan importante", cuando ese aspecto es tan prioritario como otros dentro de la relación afectiva. No tenemos que esperar a que de un instante a otro se segregue la oxitocina para estar con la persona que amamos, si bien antes de amarla el deseo era más intenso, ahora se halla en la fase de la pasión, porque ahora existe un lazo afectivo.

Un buen chocolate, abrazos, caricias, besos, un preludio inolvidable, eso haría que la libido aumentase considerablemente y hasta quien se considere frío en la cama, podrá encenderse. La valoración cultural que le damos a las formas de propiciar el deseo en el otro, ha sido de las mayores dificultades para el mismo, porque estando inhibidos será muy complicado alcanzar un estado donde claramente se experimente la sensación de atracción de tipo sexual. Los filtros de nuestra mente, el sistema de creencias, nos alejará o nos acercará a sentir la necesidad de estar con otra persona.

Por otro lado, hay personas que dicen ser "demisexuales", este término se refiere a quienes sólo pueden mantener relaciones sexuales con quien mantengan una unión afectiva, descartando a las personas por las que no siente nada. En este punto, es comprensible que muchas personas mencionen sentir mayor placer sexual con quien aman a diferencia de tener sexo con alguien por quien no sentían amor. Entonces, ¿El deseo está relacionado con lo que sienta por esa persona? Sí, íntimamente relacionados. Sin embargo, es posible sentir deseo hacia alguien que no amamos, sólo la atracción física podría ser suficiente, lo que variará será la intensidad y esto por supuesto, depende de quien lo experimente.

Olvidando un poco lo convencional lograremos que nuestra pareja nos diga constantemente lo mucho que nos desea, ¿Quién no se siente muy alegre al saber que esa persona sólo tiene ojos para estar con uno? ¿Qué se gana con tanto pero al momento de, por fin, estar con él (o ella)? ¿Qué tan difícil es esforzarse por aumentar el deseo propio y el del otro? estas preguntas llevarían al camino adecuado para experimentar a plenitud el deseo sexual. Con una vida saludable en cuanto a emociones, habrá mayor espacio en nosotros para sentir deseo por nuestra pareja.

Si dudas del deseo hacia tu pareja, tal vez no has empezado a hacer lo propio para desearla. La libido puede encontrarse arriba o abajo dependiendo de cómo nos manejemos cotidianamente; si ellas o ellos son más sexuales, no se discute, siempre estará ligado a las diferencias individuales, a la percepción de cada ser humano sobre lo que es desear más o desear menos a alguien y, muy importante, a su forma de experimentar sensaciones.



domingo, 3 de noviembre de 2013

Personalidad sana Vs Personalidad patológica




La personalidad ha sido comprendida a través de la historia como aquella máscara que mostramos a otros, que contiene emociones, actitudes y motivos que engloban las conductas que tenemos a diario ante cualquier estímulo que se presente. La gente suele decir “fulano no tiene personalidad” y reconozco, en el pasado me referí muchas veces de esta forma hacia algunas personas. Durante mis estudios en la universidad, aprendí que TODOS los humanos poseemos personalidad, porque aunque haya algunos que no sepan expresar emociones, ni identificar las propias o las de otros (como los alexitímicos), se constituyen de igual forma como seres humanos.

De esta manera, suelo corregir y al mismo tiempo educar a quien utiliza esa expresión tan equivocada, como la forma de rechazar lo que el otro es, cuando muchas veces hemos pedido ser aceptados como somos ¿O esto no ha sido así? Vamos por la vida emitiendo juicios sobre esto o aquello, aunque otros dicen que no juzgan, para mí todos lo hacemos. Emitimos juicios para justificar argumentos, para bien o para mal. ¿Cuántas veces se ha dicho lo que “no se quiere” decir? Y en este sentido, en términos Freudianos, es el ELLO quien responde: sí queríamos decirlo.

Mientras funcionamos en sociedad, nuestra personalidad podría ser considerada “sana”, sin embargo, suele ser un debate interesante describir sobre lo que es una personalidad “sana” a una personalidad “patológica” y en este punto me atreveré a compartir algunas de las características que definen a una y otra. 

La personalidad sana se caracteriza por el debido funcionamiento sintético-integrativo, (término introducido por Freud en la descripción del aparato psíquico) del YO, donde este integra las demandas conflictivas del ELLO, del SUPER YO y del mundo externo, así como las incongruencias dentro del YO.  De esta manera, la atención como mecanismo y función básica primaria se enfoca en la forma y el grado en el que se reconcilian las áreas que están en conflicto y aquellas que no lo están. 

Cabe decir que es a través del YO donde se proyecta la personalidad, es el mediador entre el ELLO y el SUPER YO y el entorno que nos rodea. Una persona será sana siempre que pueda vivir en el presente existencial y en el futuro inmediato, mientras mantenga un intercambio comunicacional enriquecedor con su mundo exterior, adecuándose a las exigencias. La persona sana posee buena capacidad de riesgo, busca satisfacción de sus necesidades básicas y defiende sus derechos sin lesionar los de otros, se protege a sí mismo y a su entorno, y su concepción de sí mismo y el mundo coincide con la percepción que tienen de él las personas con quienes se relaciona.

Es importante enfatizar que en la personalidad sana predomina el pensamiento racional - afectivo, con esto no quiero decir que está mal soñar despierto y ser muy imaginativo. El punto es que la persona al equilibrar pensamiento y afecto, haciéndolos congruentes, llevará una vida amena a pesar de las adversidades. Cuando hay coherencia en nuestro pensar, sentir y actuar podemos hablar de una clara estabilidad e identidad de nuestra personalidad.

La personalidad sana tolera la frustración, se hace responsable de las consecuencias de sus actos, utiliza su propia inteligencia para enfrentar y resolver sus problemas y, muy importante, tiene la capacidad para decidir el momento de buscar ayuda. Está en capacidad de cuestionar lo que sabe y lo que no y utiliza la sinceridad de manera sana sin expresar sentimientos lesivos. Es independiente, se integra a grupos humanos y defiende su integridad y autonomía.

Hasta este punto, al parecer describí a una persona "perfecta" y quiero hacer ver que esto necesariamente no es así. La capacidad para reconocer y corregir errores también es una característica de la personalidad sana, es decir, que alguna de esas características esté medianamente ausente, no te convierte en una persona patológica. En ese punto, habría que revisar con lupa qué es lo que no anda funcionando como debe. Mientras haya ganas de ser mejor, habrá una base firme en la personalidad.

En caso contrario, la personalidad patológica es aquella que notablemente daña, agota, asfixia, agobia y lesiona, tanto a sí mismo como a otros. Existe una incapacidad para vivir en el presente, podría entonces estar anclado al pasado o al futuro, hay un cierre prolongado a la experiencia que lo convierte en alguien rígido, dogmatizado, o existe una extrema apertura que obstaculiza o impide el procesamiento adecuado de la información (como es el caso de los fóbicos), es poco cauteloso al punto de ponerse en peligro o no asume casi ningún riesgo por rigidez o temor a los cambios, es poco flexible, tiene poca o ninguna noción de sus necesidades y las de su entorno. No defiende su integridad y autonomía.

La personalidad patológica puede ser autolesiva o avasallante y agresivo con los demás, cabe decir que la concepción que tiene de él y del mundo se encuentra distorsionada, también posee tendencia a ser agresivo o desvalorizante para el otro y para sí mismo. Predomina el pensamiento intuitivo - mágico, es decir, son personas en extremo fantasiosas, desconectadas del aquí y el ahora. Su envidia, agresividad y rivalidad son exacerbadas y se convierten en un obstáculo y no en incentivo; no dice la verdad por temor o la utiliza para agredir. No tiene equilibrio en sus relaciones interpersonales, posee conductas claramente egoístas y egocéntricas, es decir, no hay filtros y por lo tanto, sabrá que hizo daño más no tendrá intenciones de repararlo. La autoestima de este tipo de personas es baja o hay una falsa autoestima alta.

Para finalizar, debo aclarar que no pretendo clasificar a personas sanas de personas patológicas (enfermas), quiero decir, si te identificaste con alguna de esas características negativas lo ideal es corregir, mejorar, y si conocemos a alguien que las posea, ayudarlo a que no se complique más. Los trastornos de la personalidad son otro apartado, sólo hice referencia a la serie de rasgos que se hallan dentro de personalidades sanas y patológicas. Cuando se habla de trastorno es mucho más complejo atacar el problema, con los rasgos se puede hacer mucho más, ya que son específicos. 

¿La personalidad puede cambiar? Sí, al menos muchos aspectos de ella. Los cambios (y el tiempo del mismo) dependen de la persona como tal, sea aparentemente "sano" o aparentemente "patológico", la psicoterapia funciona sólo para quien quiere ayudarse a sí mismo, no para quien quiere parecer ante el mundo que le rodea, "una persona sana".


Les dejo una frase para la reflexión:


"El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro" Concepción Arenal.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Como toda primera vez.


¿Cómo empiezo? ¿Qué debo hacer? ¿Qué carajo escribo aquí?, esas y otras preguntas vienen a mi mente al momento de hacer clic a "nueva entrada", pero aquí estoy y ahora toca dar la cara. 

Wow! tengo aproximadamente 12 años navegando por Internet. Sí, apenas era una niña de 10 años cuando entré a este mundo paralelo. Hoy, por fin hice lo que algunos me habían sugerido y lo que quizá en el fondo quería: un blog para comunicar lo que pienso. Este espacio está dirigido a todo aquél que desee mirar un poquito una vida ajena (es el morbo de muchos ¿no es así?) que decidió ser plasmada en letras a través de entradas.


Creo que nunca había estado tan ansiosa de empezar este nuevo recorrido en mi vida: el ser psicólogo. Ahora ando por la red comunicando lo que sale de mi mente (para bien o para mal) desde el punto de vista personal más que profesional, sin embargo, sería absurdo desligarme de lo que amo, mi profesión.


Prometo escribir lo que pueda, más no prometo escribir todos los días del mundo. A veces no estoy tan inspirada, de repente la musa me abandona y quedo en blanco; es posible que hoy sea uno de esos días. No pretendo decirles cómo vivir su vida, qué hacer, qué no, pero sí quiero que mis reflexiones toquen algún que otro corazón que haya decidido ablandarse.


Este blog no va a contener información acerca de avances científicos, a menos que me parezca relevante escribir una entrada al respecto. Lo que van a encontrar acá tendrá orden dentro del desorden, mi caótica pero hermosa psique que me ha impulsado a dejarme llevar por el teclado. Lamento si no se cumplen algunas expectativas, pero bien dijo Fritz Perls "yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y tú no estás en este mundo para cumplir las mías" 


No me queda más que agradecer a quienes deseen apoyar esta iniciativa 
...¡Y a disfrutar se ha dicho! :D