sábado, 22 de agosto de 2015

El miedo a expresarse




El miedo como emoción primaria puede aparecer ante cualquier estímulo, porque sí, el miedo viene de algo externo, a diferencia de la angustia que siempre es interna y a veces confundimos cuando estamos ante algo que realmente nos aterra. Sea lo que sea, el miedo puede paralizarte o movilizarte y la mayoría de las veces no sabemos cómo vamos a reaccionar, pero algo va a pasar.

La lista de miedos o fobias (ansiedad ante un estímulo aversivo) es bastante extensa, sin embargo, el miedo a expresarnos puede aparecer en cualquier momento y no es precisamente una fobia, es más una postura que decidimos tomar ante alguna situación donde actuamos pasivamente o "lo dejamos así" porque queríamos evitar un problema o un daño mayor, y en este punto podría ser beneficioso, aún así, si te habitúas a evitar decir lo que piensas porque temes la reacción del otro o en tu mente fantaseaste con alguna especie de catástrofe, será más el daño que te hagas a ti mismo y repararlo podría llevarse su tiempo.

De acuerdo con tus características de personalidad, si eres una persona introvertida, vas a tender a callar o a ser "cerrado" ante expresiones de tipo emocional e incluso racional; el miedo a ser juzgados, señalados y rechazados te puede llevar a tragarte tus palabras y hasta las lágrimas que quisiste soltar. No porque sea una característica de tu forma de ser, tienes una ventaja, ya que ser constantemente evitativo sólo va a provocar que fracases en algunas áreas, te aisles y pierdas contacto con quienes te importan.

No sólo puedes notar cuando tú sientes miedo a expresarte sino también puedes saberlo cuando a otros les pasa, ¿cómo notarlo? la persona que tiene miedo a expresarse no hace contacto contigo y este contacto puede verse interferido en lo visual, lo auditivo y lo táctil.

En lo visual: no te mira, te mira pero no te atiende o en ocasiones te mira fijamente porque sabe que tiene que verte, pero lo hace por obligación y no porque realmente desee hacerlo.

En lo auditivo: decimos lo que el otro quiere escuchar cuando realmente no pensamos eso, cuando nos impedimos escuchar el punto de vista del otro y esperamos que diga algo que esté en contra de lo que pensamos para atacarlo sin escuchar lo que tiene para decir; cuando estamos en una actitud para ver dónde y en qué se equivoca el otro, cuando únicamente escuchamos las críticas pero no las alabanzas, cuando escuchamos sólo los detalles (forma y no fondo) o en caso contrario, los detalles carecen de importancia.

En lo táctil: evitar el acercamiento o contacto directo con personas es una de las formas más comunes de interrumpir el contacto con el otro. Cuando mantienes una distancia física durante alguna discusión, cuando no quieres que te toque mientras hablan, cuando prefieres no estar en el mismo sitio que el otro.

Estas formas de interrumpir el contacto van a limitar el espacio que tengas para expresarte, lo que sin duda va a aumentar tu miedo a decir lo que piensas y sientes, a comunicar lo que quieres que el otro sepa y llevándote cada vez más a encontrarte más aislado y con menos oportunidades de ser.

¿Es posible recuperar el contacto y perder el miedo a expresarnos? Sí. Existen algunos ejercicios para reestablecer el contacto (los tomé del libro Manual Práctico de Psicoterapia Gestalt de Ángeles Martín), de manera que nos hará más conscientes de nuestro presente, lo que va a disminuir la sensación de miedo, ya que ese miedo aparece por experiencias negativas de hechos pasados o por creer que sucederá lo peor de lo peor, es decir, si te ubicas en el tiempo presente, no habrá espacio para el miedo y podrás decir lo que piensas y sientes. Algunos de estos ejercicios son los siguientes:

Mirar al otro de manera intencionada y no limitarnos o prohibirnos mirar lo que queremos mirar. En ocasiones nos prohibimos mirar al otro disfrutar con la mirada, ya que se le da un carácter negativo cuando no siempre es así. Mientras esto sea recíproco no dará paso a incomodidades por malas interpretraciones de esas miradas.

Mirar y dejarse mirar. Puedes realizar este ejercicio sentado o en movimiento (se recomienda de las dos formas), esto nos permite conocer lo que pasa a través de nuestros ojos y eliminar el sentimiento de vergüenza cuando otro nos mire.

Otros son: elegir y rechazar a través de la mirada, experimentar con distintos tipos de mirada, exponerse a las miradas de los demás mientras nos miran.

Para mejorar el contacto a través del escuchar:

Concentrarse más en la musicalidad o el tono de voz que en las palabras, repetir lo oído para ver si se ha fijado en los detalles y si se ha captado el conjunto, esperar a oír y escuchar lo que tiene que decir la otra persona sin interrumpirla antes de terminar, transformar las preguntas en afirmaciones.

Con respecto al contacto físico:

Tocar y dejarse tocar, ejercicio del "ciego" (funciona para explorar la confianza y la auto-confianza), abrazar, y otros ejercicios de contacto con diversas partes del cuerpo.

El miedo a expresarte podría estar muy bien fundamentado (utilizando la racionalización, que es un mecanismo de defensa), podrías rechazar completamente la situación (negación, otro mecanismo de defensa) o dejarla para después (evitación, una estrategia de afrontamiento) y aunque hagas todo esto, no vas a poder evitar las consecuencias de ello, que podrían abarcan un malestar psicológico e incluso físico (cuando hay somatización) que sólo va a reforzar de cierto modo que continúes callando lo que quieres expresar. 

Lo único que es aceptable evitar es provocar daño a otros, aunque en ocasiones este pueda ser inminente y se escape de tus manos. Cuando puedes decir lo que piensas y sientes, además de ser asertivo y ser libre, estarás actuando de acuerdo con tu forma de ser, donde a pesar de tus defectos, no permites que interfieran en ese contacto con el otro y poder hacerle llegar el mensaje que quieres comunicar. Si lo que dijiste de todos modos hizo sentir mal al otro, ya no tiene que ver contigo. Recuerda que sólo puedes hacerte responsable de lo que piensas, dices, sientes y haces. El mensaje es simple: no te calles, di lo que quieras decir y no tengas miedo a expresarte.

1 comentario: