domingo, 5 de abril de 2015

Ser infiel también duele

En general, suele describirse la infidelidad desde el lugar de la víctima y no del infiel, mucho menos del amante. Se tiene la falsa creencia que el infiel es un ser que debe rechazarse y que tiene una suite reservada en el infierno, ¿Pero quiénes se preguntan acerca de la situación del "malo" de la historia? es seguro que muy pocos y de eso quiero hablarles.

La infidelidad en su etiología se utilizó para referirse a las personas que "profesaban una fe distinta a la católica apostólica romana, con este calificativo se acusaba y perseguía a los judíos, protestantes y musulmanes en España. Los infieles eran los contrarios a la fe hegemónica de la Iglesia Católica, por eso fueron perseguidos incluso hasta la muerte durante varios siglos", el uso de la palabra infidelidad se fue extendiendo con el tiempo y hoy se utiliza para referirse a la infidelidad en la relación de pareja. En nuestra sociedad, es conocida como la traición a la confianza del otro y al acuerdo de exclusividad sexual y afectiva previamente establecido (en su mayoría, de manera tácita).

La infidelidad es sin duda, multicausal. Es inadecuado referirnos a un solo tipo de causa cuando estamos hablando de seres humanos y cada quien tiene su propia estructura de pensamientos y creencias que lo llevan a actuar de determinado modo, por más que existan indicadores en los que podamos englobar a muchos de ellos. En este sentido, y tomando en cuenta al colega Javier Martín Camacho (en su libro, Fidelidad e Infidelidad en las Relaciones de Pareja: nuevas respuestas a viejos interrogantes) mencionaré las causas más comunes:

1. El aburrimiento y el riesgo de la rutina (el más frecuente)

2. La vanidad (posible en personas con rasgos narcisistas)

3. Las creencias:

"Por una sola vez" 
"Igual no tiene por que enterarse"
"Yo no voy a quedar como un imbécil"
"No me voy a perder esta oportunidad"
"Todo el mundo lo hace"
"La palabra infidelidad no existe en mi vocabulario"
"Los hombres somos así"
"Mientras no me involucre afectivamente todo bien"
"Es sólo sexo"
"El sexo es sexo y la pareja es otra cosa"
"Él/ella también lo haría"
"Lo voy a poder manejar"
"Si ella/él no me satisface..."
"Con mi pareja ni loco/a podría hacer esto"

4. Los valores (más probable en personas que no aprendieron valores morales)

5. Problemas de comunicación, comprensión y entendimiento (negar, subestimar y por lo tanto, acumular problemas en la relación de pareja)

6. La soledad (asociado con tristeza, aislamiento y depresión. Más común en mujeres)

7. La falta de gratificación sexual (Más común en hombres)

8. La falta de amor (disminución del afecto. Del "amor" al "querer")

9. Carencias afectivas (distanciamiento afectivo. Falta de reconocimiento por parte del otro)

10. Expectativas muy altas sobre la relación de pareja (expectativa versus realidad)

11. Situaciones estresantes y traumáticas (dificultades laborales, económicas, de salud, etc.)

12. Las presiones sociales (reconocimiento social por ser infiel. Mejor visto en hombres que en mujeres)

13. La curiosidad (búsqueda de lo novedoso)

14. La búsqueda de aventuras (necesidad de nuevas emociones)

Es una larga lista, ¿No es así? y pueden existir muchas causas más que motiven a alguien a cometer una infidelidad, que si bien no justifica la conducta ya que genera un daño a la relación y a la pareja en sí, es posible explicar de dónde surge, en gran parte por la dificultad en el control de los impulsos, siendo esto lo que lo lleva a "caer en la tentación" y en general se desconoce o se echa a un lado. Además, las diferencias individuales nos darán más datos acerca de qué tan probable es que la persona a nuestro lado vaya a ser infiel.

Existe una tendencia a colocarse del lado de la persona engañada y no observamos qué hay del otro lado de la acera, ¿Será realmente cierto que el infiel se ve afectado por tal decisión? Sí, sin duda. A menos que estemos hablando de una persona con ausencia de empatía y que sus necesidades estén por encima de su pareja, no experimentará ningún tipo de consideración hacia esta ni aceptará que lo que hizo estuvo mal. Pero tratándose de alguien que es capaz de admitir su error (es decir, alguien con mayor capacidad de responsabilidad), sobreviene el sentimiento de culpa y aunado a ello pensamientos negativos en torno a lo sucedido que claramente deteriorará su salud mental. Una persona que se involucra en una infidelidad podría estar atravesando por una etapa de poca valía personal, baja autoestima, sentirse poco o nada atractivo, y en su deseo de reafirmarse, busca nuevas parejas para sentirse aceptado, querido y deseado.

Por otra parte, entre los tipos de infidelidad más complicados, tenemos: la infidelidad compulsiva y la doble vida. La primera, es aquella donde la persona constantemente engaña a su pareja y no desperdicia una oportunidad para ser infiel; se convierte en un hábito patológico, ya que podría tener dificultades en controlar el impulso sexual y puede caer en situación de promiscuidad. La doble vida, son aquellas relaciones donde la persona mantiene dos familias paralelas, existen vínculos afectivos sólidos y estables con ambas. También puede haber hijos y en general alguna de las partes está enterada de la situación.

Existen además, otros tipos de infidelidad: sin relación sexual, con relación sexual, de pensamiento (y a esta hay que mirarla con lupa. De acuerdo con mi postura, no constituye una infidelidad) devaneos amorosos, infidelidades platónicas, "de una vez", esporádicas, fijas, plenas o puras... Cabe destacar que la posible aparición de alguna de estas va a depender del nivel y ciclo vital de la relación de pareja. Cada pareja es un mundo.

Lo verdaderamente importante es trabajar en pro de la prevención e identificando los riesgos. Si fuiste infiel y no tienes idea de cómo sobrellevarlo, lo primero es darte cuenta del nivel de responsabilidad que tienes al haber tomado la decisión de serle infiel a tu pareja. Por otro lado, preguntarte si realmente quieres continuar esa relación y poner sobre la mesa las consecuencias de comunicar o callar lo que hiciste. Además, si te encuentras en la posición de elegir entre el/la amante y tu pareja, no olvidar el precedente que marca a partir de ahora, tanto para tu actual situación sentimental como para el futuro en caso de no funcionar.

Conociendo lo extenso de este tema, no podemos ignorar que en una situación de infidelidad, no es sólo el engañado quien se ve afectado (suponiendo que está al tanto) sino también quien comete el engaño. Tiene motivos, racionales o no, carece de control de impulsos y tiene creencias y valores muy firmes que no le permiten darse cuenta del daño que puede causar, tanto a su pareja como a sí mismo.

"La mujer perdona infidelidades, pero no las olvida. El hombre las olvida, pero no las perdona" 
Catalina Severo.

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